La marca alemana trabaja en una revolucionaria tecnología que podría convertir la carrocería del vehículo en una fuente de energía renovable.
Mercedes-Benz ha sorprendido al sector de la automoción con un proyecto que podría transformar la movilidad eléctrica en las próximas décadas: una pintura solar capaz de recargar las baterías de los coches eléctricos directamente a través de su carrocería.
Una pintura que funciona como panel solar
La llamada solar paint integra células fotovoltaicas en una capa ultrafina —de apenas 5 micrómetros— que puede aplicarse sobre toda la superficie del vehículo, sin necesidad de instalar placas solares convencionales. Esta innovación permite que hasta el 94 % de la luz solar atraviese la capa de pintura para ser convertida en energía.
Los primeros resultados de laboratorio son prometedores: la pintura logra transformar en electricidad hasta el 20 % de la energía solar captada, una eficiencia equiparable a la de los paneles fotovoltaicos más extendidos en el mercado.
5 claves de la pintura solar de Mercedes-Benz
- Genera electricidad desde la carrocería: Una capa ultrafina (5 micrómetros) convierte el coche entero en una superficie fotovoltaica.
- Eficiencia comparable a los paneles solares: Convierte hasta el 20 % de la luz solar en energía eléctrica utilizable.
- Hasta 14.000 km al año solo con sol: Un SUV mediano recubierto con esta pintura podría recorrer entre 12.000 y 14.000 km anuales sin enchufarse.
- Sostenible y personalizable: Fabricada con materiales reciclables y no tóxicos, permite elegir color y diseño sin perder eficiencia.
- El futuro, aún lejano: Mercedes estima que su llegada al mercado podría darse hacia 2040, tras superar retos de durabilidad y escalabilidad.
Una innovación sostenible y estética
En Stuttgart (Alemania), esta pintura cubriría hasta el 62 % de las necesidades energéticas de un conductor medio. En ciudades más soleadas, como Los Ángeles, la pintura podría llegar incluso al 100 % de la demanda energética, con excedente suficiente para alimentar un hogar gracias a sistemas de carga bidireccional.
Además de su eficiencia, Mercedes subraya que la pintura no requiere tierras raras ni silicio, materiales comunes en la industria solar, sino que está compuesta por materias primas reciclables, no tóxicas y de bajo coste.
Estéticamente, no limita la elección del color del coche, de modo que el cliente podría seguir personalizando su vehículo mientras este genera energía de manera autónoma.
Retos por resolver
Pese al entusiasmo que genera la idea, la marca reconoce que todavía se encuentra en fase experimental y que no se espera una aplicación comercial antes de 2040. Los desafíos más relevantes son:
- Durabilidad: comprobar la resistencia de la pintura a lluvia, polvo, cambios de temperatura y desgaste.
- Consistencia energética: su rendimiento depende directamente de la cantidad de sol recibida, lo que limita su eficacia en climas menos soleados.
- Escalabilidad: adaptar el proceso de fabricación para producir en masa esta pintura de forma rentable.
Un paso hacia el fin de la “ansiedad por la autonomía”
Si logra superar las pruebas técnicas y de mercado, la pintura solar de Mercedes-Benz podría marcar un antes y un después en la industria de la automoción. Convertir cada coche en una pequeña central de energía renovable aliviaría la llamada range anxiety (ansiedad por la autonomía), una de las principales barreras en la adopción del coche eléctrico.
TE PUEDE INTERESAR: Un taller con sistema tintométrico automatizado podría ahorrar hasta 16.000 euros al año