miércoles, diciembre 3, 2025

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¿Facturación electrónica obligatoria en talleres desde 2026? Esto es lo que cambia


Respiro para la facturación electrónica en talleres de automoción en 2026. Se retrasa al 2027 la entrada en vigor de ‘Verifactu’.

Estaba previsto que fuera obligatorio a partir del 1 de enero de 2026, pero el Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto que concede un año más de plazo a empresas y autónomos. Todos los talleres y concesionarios deberán utilizar sistemas informáticos de facturación electrónica que cumplan con el Reglamento VERI*FACTU a partir del 1 de enero de 2027 si tributan por el Impuesto de Sociedades, y desde el 1 de julio de 2027 para el resto.

El objetivo es claro, evitar el uso de software de doble uso, impedir la manipulación de facturas una vez emitidas y garantizar un mayor control fiscal mediante el envío inmediato de los registros a la Agencia Tributaria. Con el nuevo real decreto, el plazo definitivo para adaptarse se amplía hasta el 1 de enero de 2027, lo que da un respiro a empresas y autónomos, incluidos talleres y concesionarios, que deberán ponerse al día con la normativa del Reglamento VERI*FACTU.

Qué es VERI*FACTU y para qué sirve

VERI*FACTU establece los requisitos que deben cumplir los Sistemas Informáticos de Facturación (SIF), obligatorios para todas las empresas y autónomos que emitan facturas. Esto incluye talleres mecánicos, de carrocería y concesionarios.

Los sistemas deberán garantizar, entre otros aspectos:

  • Integridad de los datos
  • Inalterabilidad de las facturas
  • Trazabilidad de cada registro
  • Legibilidad y conservación durante los plazos legales
  • Capacidad de enviar la información en tiempo real a la Agencia Tributaria

Es importante recordar que esta normativa no afecta a otros programas del taller que no generan facturas, como los sistemas de diagnosis, gestión interna o herramientas de control de procesos.

Qué implica la facturación electrónica para talleres y concesionarios en 2026

La entrada en vigor del sistema en enero de 2027 implica que todos los negocios deberán revisar su software de facturación para asegurar que cumple los requisitos del reglamento. Esto significa que:

  1. Todas las facturas (completas y simplificadas) deberán cumplir los requisitos del nuevo reglamento.
  2. El sistema deberá generar un registro seguro y no modificable.
  3. Cada factura deberá enviarse o estar preparada para enviarse en tiempo real a la Agencia Tributaria.
  4. Solo podrán utilizarse softwares de gestión certificados según la nueva normativa. Dentro de los softwares certificados encontramos Tallergp, con sistema de facturación conforme al RD 1007/2023 (RRSIF).

Qué sanciones contempla la normativa

A partir del 1 de enero, la ley establece sanciones económicas importantes para quienes no cumplan:

1. Sanciones por vender o distribuir software no adaptado. Hasta 150.000 € por ejercicio económico.

2. Sanciones por usar sistemas sin certificar. 1.000 € por cada sistema informático no adaptado.

3. Manipulación o alteración de certificados. Multas de hasta 50.000 € por ejercicio.

Estas sanciones afectan tanto al proveedor como al usuario, por lo que la responsabilidad también recae en el taller o concesionario.

Qué deben hacer los talleres antes de 2027

Con el nuevo plazo sobre la mesa, los talleres y concesionarios disponen de algo más de margen, pero no conviene esperar al último momento. Los pasos recomendados son:

  • Contactar con su proveedor de software de gestión para confirmar la adaptación a VERI*FACTU.
  • Planificar la actualización del software de facturación.
  • Evitar cualquier sistema que permita modificar facturas una vez emitidas.
  • Formar al personal en las nuevas herramientas.
  • Documentar correctamente los flujos de facturación para garantizar trazabilidad y control interno.

Un cambio que afectará a todo el sector

VERI*FACTU marcará un antes y un después en la gestión administrativa de talleres y concesionarios. La digitalización de la facturación será obligatoria y exigirá software actualizado, procesos claros y mayor rigor en el registro de cada operación.

Para el sector, supone un reto importante, pero también una oportunidad para ganar eficiencia, reducir errores y profesionalizar aún más la gestión del taller.


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